top of page

Bionutrición terapéutica
Barcelona, España
Dra.Angela Navarrete
¡Qué sabroso, comer alimentos orgánicos y frescos!
El plan no debe ser una dieta ni una privación

Las personas, en general, suponen que ingerir cada día comida saludable es rutinario y desabrido. La misma industria alimentaria nos impone sabores excitantes y salados, en un consumo automático sin opciones naturales. Nos llena, entonces, de comestibles colorinches y horneados a elevadas temperaturas, abreviándonos aquellos preciosos rituales para obligarnos a que nos sentemos a una mesa rápida, artificiosa y sin nutrientes. No hay que perder tiempo comiendo, pues lo principal es el trabajo alienado y un consumo ciego, desaforado.
La Cultura nos dirige, desde la más temprana infancia, hacia el comer irracional, sin pensar qué es lo que nos estamos llevando a la boca. Y a propósito de esto, un antiguo haiku japonés, nos dice: "Llega el yantar y abre la boca".
A lo largo de toda nuestra vida hemos ido incorporando hábitos que jamás cuestionaremos como válidos o perniciosos en nuestra manera de comer. Pero existe una alimentación consciente que nos enamora de los nutrientes vivos que nos da la naturaleza. Una alimentación que no tiene por qué ser una dieta momentánea ni un régimen para adelgazar, sino nuestro estilo definitivo de comer, disfrutando de sentirnos bien y satisfechos.
Alguien escribió alguna vez que no deberíamos comer ningún alimento que nuestros abuelos no pudieran reconocer como comida. Ni tampoco nada procesado, cuya etiqueta de composición química fuera imposible de pronunciar.
Tal vez, es hora de comenzar a considerar nuestra comida como algo más que aquello que nos tapona el hambre y nos da energía para seguir adelante.

Nos espera un mundo ignorado de brotes, seudocereales, frutos secos, bayas, especias, semillas, humus y patés, cremas y mayonesas vegetales, salsas y aderezos, helados y pasteles sin lácteos ni azúcares refinados, etc. Este nuevo universo puede abrirnos las puertas hacia el buen comer, que nos cura y nos permite mantener el equilibrio.
Todo lo que creíamos que nos nutría, hoy es materia desvitalizada y sin atractivos, ante la seducción espléndida de los alimentos vivos.

La creativa curiosidad y el ingenio, productos de una novedosa comunión con la comida

Sentirnos ligeros, ágiles y con una fuerza vital inusitada, es la consecuencia de toda buena alimentación.

bottom of page